Friday, March 9, 2012

Vuelos largos y jet lag con bebés: cosas que antes dan mucho miedo y después no son para tanto

Claro que, como siempre,todo depende de cómo sea tu hijo y de la suerte que tengas con esos pequeños detalles que hacen un día arriesgado mucho más apacible o desapacible de lo normal, pero me gustaría empezar este blog desdramatizando dos de los obstáculos que pensar siquiera en los cuales a mí me producía más dolores de cabeza antes de dejar Barcelona: el vuelo de 9 horas y las 6 que existen de diferencia una vez llegáramos aquí.

Para que entendáis por qué me resultaba tan estresante, os diré que Mateo (que entonces tenía 19 meses) era el típico bebé que nunca había pasado un día entero en casa, ni siquiera cuando había estado enfermo. Ese nivel de actividad y de no conformarse con el mismo paisaje y las mismas cosas para jugar  le han caracterizado desde que nació. Os diré, también, que a lo que sí le hemos acostumbrado desde que tenía apenas 4 meses es a dormir siempre a la misma hora, día tras día, noche tras noche. Lo primero me hacía temer el vuelo. Lo segundo, que el cambio horario le desbaratara el patrón del sueño para siempre...sí, yo es que además siempre he sido un poco de dramatizar.

Pero, como no podía ser de otra manera, ni una cosa ni la otra resultaron lo que nos esperábamos. Creedme que, en cualquier caso, son el menor de vuestros problemas. Los niños también se dan cuenta de cuándo una situación es excepcional, y se adaptan a ella con mucho menos drama que el que nosotros esperamos de ellos.

Respecto al vuelo, os diré que las compañías aéreas, lo que hacen cuando viajas tantas horas con un bebé menor de dos años (nosotros volábamos con American Airlines, pero me consta que lo hacen en casi todas las compañías que hacen el mismo tipo de recorridos), es dejarte los tres asientos del medio, y en la primera fila, de uno de los compartimentos del avión, aunque no hayas pagado billete por el niño. De esa manera en realidad tiene un asiento para él, lo que da mucha libertad de movimiento, y además en primera fila cuentas con un poco más de sitio para que juegue en el suelo que de ir en cualquier otra. Si queréis llevar el asiento de coche para sentarle en el asiento extra (nosotros no lo llevamos porque ni imaginamos la posibilidad) tampoco creo que os digan que no, la verdad es que con el equipaje de mano, por excesivo que fuera, no tuvimos problema alguno. Si el niño pesa menos de 12 kilos, además, te instalan una cunita perfecta para que pueda dormir, allí mismo, en la primera fila. Mateo ya no cabía, pero se la pusieron de todas maneras, y pudo hacer un poco de siesta con los pies colgando por fuera. Mi consejo, después de hacer el trayecto, creo que sería que si el niño ya no cabe en la cuna os llevéis la sillita de coche, y la pongáis en el asiento que sobre. Eso sí: si el peque duerme mal si no está tumbado y es demasiado grande para la cunita, considerad la opción de pedir otra fila... porque la primera es la única donde no se levantan los reposabrazos, y eso os impedirá tumbarle sobre vosotros. Pierdes el poquito más de espacio, pero ganas la horizontalidad. Esa es básicamente la elección.

Respecto a las distracciones... si el niño es tan pequeño (o activo, no sé) como Mateo y no se distrae con nada que se haga sentado, la única solución es la tele. Pensad que es sólo durante un día, que no le va a pasar nada y llevad el portátil, la tableta, lo que tengáis, bien cargado de batería y con sus dibujos preferidos dentro. Llevad comida para picar, libros, sus juguetes favoritos... y mucha paciencia. No se hace tan largo como parece, si vas poniendo la tele cada vez que parece que la situación va a estallar, y con tanta comida y siesta como hacen los niños, en realidad se pasa en un ratito. Y sobre todo está lo que os decía, que los niños se dan cuenta de lo que hay, y se portan mucho mejor de lo que uno espera de ellos, creedme.

Respecto al jet lag, lo que yo os puedo decir de mi única experiencia con niños por el momento es que ellos se adaptan increíblemente más rápido que los adultos. Yo pensaba que viajar en esta dirección, con un niño tan pequeño, era la peor opción posible, porque no puedes obligar a un bebé a aguantar seis horas despierto, ni cinco, ni cuatro. Pues me equivocaba. Mateo se había acostado, prácticamente desde que nació, cada día a las nueve de la noche. El día del vuelo se despertó a las seis para coger el avión, e hizo la siesta fatal durante el vuelo (1 hora frente a las casi tres que duerme normalmente), lo cual lo hacía todo todavía más complicado... pues la cuestión es que llegamos al hotel, bajamos corriendo ala calle para que le diera la luz... y sólo a las seis de la tarde, que son las doce de la noche en España, empezó a dar muestras de ir realmente a dormirse de un momento a otro... así que le dimos de cenar, le bañamos, y a las siete estaba durmiendo. ¡En un sólo día habíamos adelantado cuatro de las seis horas! La mañana siguiente se despertó a las 5 de la mañana (él, que con los cambios de hora en España siempre tardaba una semana en ajustarse...), y cuando le estiramos la actividad de la mañana para que hiciera la siesta ya a su hora normal, no hubo ningún problema. El segundo día se acostó a las nueve de la noche y se despertó a las siete y media de la mañana, que era su horario habitual. Por supuesto, su padre y yo tardamos muuucho más en ajustarnos tan bien al horario... es alucinante cómo aguantan y cómo se adaptan. Mi impresión fue que la luz ayudó muchísimo. Sacadles al sol, aunque sea al de Enero, como nos pasaba a nosotros. Y contad con el agotamiento del viaje y de los cambios para que después de aguantar duerman todas sus horas... pero sobre todo no os preocupéis tanto como yo lo hice. Su cuerpo simplemente se pone en hora con el sol. Y no intentéis adelantarles antes del viaje ninguna hora: nosotros lo intentamos con dos y estuvo casi una semana durmiendo menos porque no alargaba el sueño por la mañana, y sim embargo fijaos cómo llevó después el cambio de 6. Y es que al cambiar esas dos su actividad no iba en consonancia con el mundo. Eso es mucho más importante para su reloj interno de lo que puede parecer, o al menos es lo que me parece a mí después de ver los resultados.

1 comment:

  1. Que paso con el horario de sueño cuando regresaron a españa?
    A mi me paso igual cuando viaje a un destino con 6 horas de diferencis se adapto repidisimo. Pero cuando volvi a mi casa habia que "adelantar" el horario y no puedo lograr que vuelva a dormir a las 19:00. Se duerme a las 12 de la noche.

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